“Sin la rehabilitación no hay inclusión social”
Por Ignacio De Geyter
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La socióloga, magíster en Políticas Públicas y parte del Departamento del Ministerio de Salud a cargo del área de Salud Mental, Teresa Abusleme se refirió, en entrevista con SIGA, a la situación actual de la inclusión en Chile, a la necesidad de una nueva ley de salud mental, el aumento en el país de patologías mentales, la falta de herramientas para entenderlas.
Foto de frente de Teresa Abusleme, del equipo de Salud Mental del Ministerio de Salud.
En primera instancia, Abusleme habló respecto a las nuevas necesidades que existen en el país y el programa de salud mental que está trabajando el gobierno. La socióloga también se refirió a los factores sociológicos como el aumento de las enfermedades psiquiátricas, la desigualdad, pobreza y cómo éstos han influido en la percepción y avance de estas patologías.
Faltan espacios y facilidades mínimas hacia la inclusión, manifestó. “Hay una estigmatización social y también en muchos casos, una auto-estigmatización. Como sociedad tampoco damos los espacios para que las personas con discapacidad psiquiátrica puedan hacer vidas ‘normales’. No tenemos oportunidades laborales ni educacionales, aislamos a estos sujetos, pudiendo incorporarlos”.
En la manera en que los profesionales de la salud informan y tratan a los pacientes, debería haber mayor acompañamiento y preocupación en la manera en que los tratamientos son aplicados, añadiendo más control de psicólogos y psiquiatras, además de un trabajo en conjunto con las familias. La socióloga añade la necesidad de que las patologías mentales se aborden desde la atención primaria y con un enfoque comunitario. Para Teresa Abusleme éstas necesitan cuidados específicos y equipos integrales de profesionales. En cuanto a la rehabilitación, sin ella no existe una verdadera inclusión.
En línea con las recomendaciones dadas por ONU respecto del cumplimiento de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, Abusleme también critica que es imperante cambiar el proceso de interdicción en Chile, ya que declarar a una persona interdicta, no necesariamente implica que se afectan ciertas habilidades para llevar una «vida normal», pero a los ojos del sistema, sí se pierden estas facultades.
Finalmente, la socióloga sostiene que en su opinión los puntos clave de una reforma en salud mental deben enfocarse en cambiar la actual manera en que se declaran las interdicciones para enfermedades mentales; en rehabilitación y en una campaña de inclusión para acercar la salud mental a la gente desde la atención primaria y con un enfoque de acompañamiento.
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