¿Quiénes pueden utilizar un estacionamiento exclusivo para personas con alguna discapacidad?
Corresponden al 1% del total de estacionamientos que malls y establecimientos comerciales deben tener, contando con medidas específicas de uso. Pocas veces los usuarios los respetan pese a que por ley se pueda ser multado hasta con 5 UTM por su mal uso.
Por Alexis Sánchez P.
Según la Encuesta Nacional de la Discapacidad 2015, en Chile actualmente un 20% de la población tiene algún tipo de discapacidad. Pero a la hora de un rito tan cotidiano, como estacionar un auto para ir de compras o pasear, sólo un 1% de los estacionamientos son destinados de manera exclusiva a personas con alguna situación de discapacidad. Y lo más complejo; muchas veces estos espacios son mal utilizados.
Muchos piensan que una mujer embarazada o alguien de la tercera edad puede utilizar estos estacionamientos, pero ante la ley esto no es así. Está tipificado que quienes usen estos espacios deben ser personas con alguna condición de discapacidad acreditada ante el Registro Nacional de la Discapacidad.
Es por esto que los automovilistas que tengan alguna situación de discapacidad y que quieran utilizar estos espacios, deben portar pegado al parabrisas en la parte superior izquierda su tarjeta original de identificación del registro. Quien no porte este documento, o tenga una cruz de malta pegada en el vehículo, no debe ni puede estacionarse en los lugares preferentes.
Estos estacionamientos deben estar ubicados a un costado de los accesos de los recintos y con un ancho superior al del resto, debido a que se debe dejar el espacio necesario para sacar una silla de ruedas. También deben ser demarcados debidamente y ubicados de forma vertical.
Tanto Carabineros como los Inspectores Municipales están autorizados a sancionar a quienes utilicen mal estos espacios, con multas correspondientes a una Falta Grave, en la que se deben pagar entre 1 y 5 UTM.
En la red, espacios como «Ponte en su lugar, No en su sitio» publican y muestran fotos de quienes mal utilizan los estacionamiento preferentes, buscando incentivar a dejar estas «malas costumbres» y usar los espacios pertinentes para tener una convivencia sana el momento de estacionar un automóvil.